Tras ocho años de curaciones médicas, don Antonio ya no veía remedio para su dedo. La úlcera que le causó el pie diabético no lograba cerrar y estaba a punto de la amputación. Sin embargo, la medicina tradicional mexicana le regresó la esperanza.
Se trata de una planta chiapaneca, conocida como "Penumbra", cuyas propiedades fueron descubiertas por la familia Hernández quien desde los años 20 la ha utilizado para cicatrizar heridas.
- Para corroborar la efectividad de la planta, un grupo de investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM realizó pruebas con más de 100 personas.
Aún con desconfianza, don Antonio aceptó participar en el protocolo de investigación. Para su sorpresa, la herida cerró en menos de 3 meses. En los otros casos también hubo avances favorables.
Por lo pronto, el producto ya fue registrado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI); sin embargo, para que pueda ser comercializado, es necesario continuar con la investigación y cumplir con los requisitos necesarios para obtener la aprobación de las autoridades sanitarias.
Cabe destacar que 38% de los pacientes con diabetes sufren esta complicación: las heridas pueden tardar años en cicatrizar e incluso llegar a la amputación de extremidades. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, tan sólo en 2013 se registraron 75 mil operaciones de este tipo en México.