El día en que el hombre llegó a la luna en julio de 1969, Martín descubrió el sueño de su vida: convertirse en astronauta y viajar al espacio. Han pasado casi 50 años desde entonces, pero el sueño no ha cambiado y Martín no ha dejado de perseguirlo a pesar de haber sido rechazado ya cuatro veces.
La primera vez que lo intentó tenía 21 años de edad, pero la falta de un título universitario evitó que fuera elegido.
Después de terminar la carrera de Ingeniería electrónica en el ITESO, aplicó una vez más, pero en esta ocasión fue la experiencia laboral lo que le hizo falta. Martín llevaba poco tiempo trabajando en Telmex, donde se desempeñaba como técnico en larga distancia. A esta empresa dedicó los siguientes 30 años de su vida y obtuvo la experiencia necesaria.
Su tercera solicitud fue rechazada porque no había vacantes. La cuarta, enviada en el 2012, también, pero esta vez por no tener la ciudadanía estadounidense.
El año pasado decidió hacer otro intento. La convocatoria para el Programa de Selección de Astronautas 2017 se abrió y Martín estaba preparado: había terminado su maestría en Ciencias de la Salud y doctorados en Microbiología, Física Teórica y Cuántica de la American Andragogy University en Hawái. Lamentablemente, la respuesta volvió a ser la misma: la ciudadanía estadounidense era indispensable para que su solicitud fuera procesada.
Desanimado, Martín consideró rendirse, ya que el límite de edad para esta convocatoria es para los nacidos después de 1961 y Martín nació en 1963, así que probablemente no podría aplicar nuevamente si se recorría la fecha.
- Sabiendo que sería su última oportunidad, escribió dos cartas contando su historia: la primera, al General Charles Bolden, Administrador de la NASA; y la segunda, al Presidente Barack Obama.
El 18 de febrero, su celular avisó que había llegado un correo: su solicitud, por primera vez, estaba siendo procesada en la NASA. Martín no ha logrado resolver el problema de la ciudadanía, pero ya se prepara físicamente para las pruebas que puedan presentarse. Asegura que encontrará la forma de darle la vuelta a este obstáculo, como lo ha hecho con todos los anteriores.