Aunque nació en Ensenada, Baja California, desde muy pequeño su familia se mudó la Laguna de San Ignacio, Baja California Sur. Desde entonces, cada año espera que llegue la temporada de avistamiento de la ballena gris.
Cada año, estos cetáceos viajan 10 mil kilómetros para llegar a nuestro país. Para ellas no existen fronteras ni muros, pues su viaje comienza en el Mar de Bering, en Alaska, continúa por las costas de Canadá y Estados Unidos, hasta llegar a su destino: México, aquí se reproducen y cuidan a sus crías; razón por la cual la ballena gris es considerada 100 por ciento mexicana.
Sin embargo, investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), alertan que este año la presencia de esta especie disminuyó 60 por ciento comparado con el año anterior, en gran parte debido al cambio climático. Este panorama es más preocupante si consideramos que hace unos años la población de esta especie marina era asesinada para su explotación comercial.
Pese a los números rojos en los que se encuentra esta especie, nuestro país se ha convertido en santuario. La Laguna de San Ignacio es un sitio especial, pues además alberga el primer laboratorio de estudio de este cetáceo, en cual ayuda a identificar cuánto tiempo permanecen las ballenas en la laguna, su edad mínima y de dónde vienen.
Si quieres ser testigo de la fiesta que se vive en la Laguna de San Ignacio por la llegada de las ballenas, sigue la nota por unotv.com.
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