En las instalaciones de la Central de Autobuses Poniente ubicada afuera del Metro Observatorio de la Ciudad de México, transitan dos sujetos pidiendo dinero a usuarios, pero no están solos, menores de edad los acompañan.
- UnoTV los observó durante una semana para conocer su modus operandi.
Día uno
El primer hombre llega a las 10 de la mañana, usa pantalón de mezclilla, playera azul marino, tenis color amarillo fosforescente y una mochila. Todo el tiempo tiene de la mano a un niño. En menos de 10 minutos pide dinero a cuatro personas.
"Este muchacho siempre pide dinero& su argumento es que no trae, y ya muchos los conocen como yo. Vengo tres veces a la Ciudad de México y no se vale de que pidan dinero sin trabajar, hay que trabajar." Jesús Reyes, usuario de Terminal de Autobuses Poniente.
Día dos
El martes encontramos al mismo sujeto con la misma vestimenta del día anterior. Esta vez se encontraba en el lado opuesto de la terminal, el mismo niño estaba con él. Pide dinero durante 20 minutos pero nadie le hace caso.
"Es algo muy común, es algo triste que en lugar de buscar trabajo, aunque es muy escaso, se la pasen pidiendo dinero y usen a sus hijos por cualquier pretexto." Karla Torres, usuaria de Terminal de Autobuses Poniente.
Días tres
Por tercer día consecutivo llega a las 10 de la mañana, ahora está en la segunda entrada de la terminal. Esta vez consigue que dos personas le den unas monedas. Instantes después se dirige a otra zona para continuar realizando esta actividad.
La seguridad privada del lugar afirma de manera anónima que el problema no es nuevo.
Como no es delito, nada más los sacamos y se vuelven a meter, es lo único que podemos hacer nosotros. Sí hemos sacado a mucha gente. Desgraciadamente ya tienen años.
Día cuatro
Al cuarto día, en el mismo lugar, observamos a otro hombre. Él está acompañado de un niño y una niña, su modus operandi es el mismo que el del sujeto anterior.
"Traía dos niños, creo, no me fijé bien y me dijo que si le podía dar algo, porque le faltaban 86 pesos para regresarse a Querétaro." Pamela Cisneros, usuaria.
Día cinco
El viernes cambia la dinámica, ahora es una mujer. Camina por la terminal y al mismo tiempo pide dinero.
"Una chica se me acercó vestida de azul como de 28 años de edad, me dijo que necesitaba ayuda para completar su pasaje, para irse en el camión de aquí, me pidió 10 pesos pero le di nada más cinco, porque no tenía más". Fernando Robledo.
Ante este panorama, un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX que se encontraba afuera del lugar, señaló que esta actividad no es ilegal.
Como no hay un delito estipulado en ninguna norma, en una ley que diga que está prohibido pedir dinero en alguna central o en algún otro lado, ellos saben eso, conocen el tema, por tal motivo andan libremente pidiendo. Lamentablemente como la misma gente les sigue dando, ellos siguen pidiendo. El día en que nosotros no les hagamos caso, es cuando se va a terminar su modo de vida. Elemento de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX.
El problema es evidente, mientras que los usuarios de la Terminal Poniente creen ayudar a las personas para que se trasladen a otro lugar. Dos hombres, lucran con menores de edad y utilizan el mismo discurso para ganarse unas monedas.
Durante dos semanas UnoTV buscó a las autoridades de la Terminal de Autobuses Poniente para esclarecer la situación pero no se recibió respuesta.