Como los soldados que van a la guerra, enfermeras del Hospital Juárez de México realizan los protocolos de sanidad, establecidos por ellas mismas. Hacen los cambios necesarios a sus equipos de trabajo para poder atender con seguridad a los pacientes del mortal enemigo.
Con tijeras en mano alistan el cambio de turno y ajustan sus equipos de protección personal, para sentir mayor seguridad al ingresar al área confinada.
Antonia López hace unos hoyos a su bata, explica que en ocasiones les quedan chicas y las mangas se recorren, con esto buscan proteger parte de la muñeca.
- El tiempo, la experiencia y en muchas ocasiones el ingenio es lo que hoy en día les salva el día de trabajo dentro del área COVID.
Otra enfermera usa una protección extra, ella la ha llamado burka pues la protege de todas las áreas de la cara que tienen expuestas, con cinta adhesiva asegura esta protección que Norma Cruz agregó a sus insumos médicos.
Cuentan que en casa sus familiares también les han dado ideas para protegerse.
La familia de Antonia le ha confeccionado una especie de cuello, este sirve de igual forma para protección de áreas expuestas y que el equipo de protección básico no les cubre.
Además colocan espuma de jabón a sus googles, dicen, para asegurar la visibilidad.
...Es como un anti empañante, para que nos permita ver porque nuestra visibilidad aproximadamente es como del 50 por ciento cuando entramos con los pacientes&" Mario Alberto Licona, enfermero.
Sumando a la protección, inician su jornada con una carga de entusiasmo para salvar vidas, pues una vez que avanzan por el pasillo, viene el encuentro cara a cara, con la pandemia.