Hace unos meses, Raymundo quiso ganar un poco de dinero extra y se le hizo fácil entrar con dos de sus compañeras de trabajo a una "Flor de la Abundancia" que se gestionaba por WhatsApp.
Sólo tendría que aportar la cantidad de 500 pesos y con el tiempo se le iría regresando el dinero multiplicado, pues más gente se uniría al esquema y pronto sería su turno de obtener su parte de la "inversión".
Lo que Raymundo no sabía en ese entonces es que estos esquemas piramidales, también conocidos como "Telares", "Células de Gratitud", "Bolas Solidarias" o "Círculo de la Prosperidad", son fraudes disfrazados de financiamientos o ahorros informales que ofrecen dinero fácil. Eventualmente, no hay suficiente gente para sostener el esquema y las personas que se integraron más tarde nunca recuperan su inversión.
Desafortunadamente, este no fue el único problema. Raymundo pensó que dejaría de participar en la flor cuando no encontrara más personas para integrar al esquema; sin embargo, comenzó a ser contactado por desconocidos que le pedían hiciera los depósitos para que siguieran juntos avanzando en la Flor.
Todo iba bien hasta que la administradora del grupo dijo que los recibos que entregaba eran duplicados y que Raymundo y sus compañeras debían la cantidad de 400 mil pesos. Fue entonces que empezó la verdadera pesadilla, pues la administradora procedió a amenazarlos y hostigarlos en el grupo para que cubrieran la supuesta deuda.
Raymundo asegura que ellos no robaron el dinero y que en realidad, la administradora es una estafadora. No duda que ella haya mandado a algunos de los desconocidos para tener motivos con los cuales no pagarles el dinero que por turno debían obtener.
Esta no es la única historia de su tipo. En México, miles de personas han sido engañadas con estos esquemas. Desde hace tiempo, las autoridades han advertido que son fraudes pero aún hay gente que se involucra en estos sistemas informales de financiamiento.
Tal es el caso de un grupo de mujeres en Santiago Tepalcatlalpan, Xochimilco, quienes entraron a un telar operado por la familia Díaz y perdieron miles de pesos. Cada una entregó 24 mil pesos para participar.
Se realizaban reuniones en donde las mujeres entregaban el dinero como "regalo" para otra de las participantes. Después de un tiempo se dieron cuenta que las únicas que lograron beneficiarse eran miembros de la misma familia organizadora. Ahora, muchas de las participantes están endeudadas y con más problemas, pues para ingresar al esquema tuvieron que pedir dinero prestado.