Rubén Reyes es camillero del Centro Médico Nacional Siglo XXI, ahí atiende a pacientes contagiados de COVID-19. Su trato con ellos es muy rápido, pero suficiente para ayudar.
En medio de la pandemia, Rubén no solo ha trasladado pacientes de COVID-19 de un lado a otro, también ha servido para conectar, por pocos minutos, a los enfermos con los seres queridos, como el caso de una mujer de 31 años, quien llamó a su esposo para pedirle que cuidara a la hija de ambos.
"La paciente, una femenina de 31 años, pues no sé, yo creo que ya en su sentimiento pretendía ya despedirse de sus familiares, y me hizo ayudarla a tener ese contacto con su esposo", recuerda Rubén Reyes, camillero del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Rubén prestó su teléfono a la mujer para que pudiera comunicarse con quienes más quería.
"Le permitimos el teléfono y escuchar que le pedía a su esposo que cuidara mucho a la niña. La condición en que llegó la paciente era estable, pero. al paso de los días, en menos de tres días, la intubaron, y para los cinco días ya estaba muy grave; a los seis días falleció", Rubén Reyes, camillero del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
La empatía que siente Rubén por los pacientes es especial: él también fue positivo a COVID-19
"En mi caso fue muy leve el contagio que yo tuve, y con el tratamiento pude salir". Rubén Reyes, camillero del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Después del tratamiento en cuarentena, regresó al hospital para seguir asistiendo a pacientes en estado crítico.
"Hacemos la movilización de probarlos, que es ponerlos boca abajo para que tengan una mejor ventilación. Vigilando vías aéreas, viendo los ventiladores que estén dando buen flujo, que estén dando el oxígeno que se les esté programando". Rubén Reyes, camillero del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Rubén reafirma su compromiso: ayudar, siempre, a todo aquel paciente de COVID-19 que lo necesite.