En Metepec, Estado de México, un taller de autos guarda un secreto en su interior, desde hace 10 años cambiaron la gasolina por la electricidad y ahora convierten cualquier camioneta o automóvil convencional en eléctrico.
- La idea pertenece a dos ingenieros mexicanos egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Tecnológico de Monterrey (ITESM).
Álvaro de la Paz y Héctor Ruíz, socios fundadores del taller Alto Rendimiento Automotriz, califican las transformaciones que realizan como ingeniería artesanal, pues el proceso lo realizan ellos y su equipo en beneficio del ambiente.
Cuando los vehículos tienen un problema mayor en el motor, ese es el mejor vehículo. Un vehículo que ya tiene ocho años o más es el ideal para hacer la conversión. Héctor
Los automóviles que convierten en este taller están diseñados para recorrer ciudades. Además pueden recargar energía en cualquier sitio.
No necesita un aparato especial para cargarlo, podemos usarlo, pero no lo necesitamos porque el automóvil está diseñado para no superar las capacidades de una casa o de un negocio. Álvaro de la Paz
El precio para convertir un automóvil va desde los 130 mil pesos hasta los 250 mil pesos, sin embargo, los responsables de este proyecto aseguran que esta inversión tiene beneficios económicos y ambientales a largo plazo.
Un auto eléctrico camina 80 kilómetros con 17 pesos de electricidad, esa distancia no te la da ningún vehículo que utiliza gasolina como combustible. Álvaro de la Paz
Los creadores de estos vehículos aseguran que los automóviles convertidos pueden alcanzar velocidades de hasta 150 kilómetros por hora, aunque su objetivo real es recorrer mayores distancias.
Y así, lo que hoy usamos esté diseñado y programado para que vuelva a ser utilizado por nosotros y los que no siguen. Comenta Álvaro
- Por el momento, el proyecto busca replicarse en Sonora y Monterrey, aunque el único taller en su tipo se encuentra en el Estado de México.
En marzo del próximo año el equipo de ingenieros y mecánicos automotrices planea presentar un vehículo transformado en la Fórmula E, evento organizado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en el que compiten monoplazas eléctricos.