En la región minera Kuznetsk de Siberia se aprecia un panorama apocalíptico debido a la caída de nieve "negra" que en realidad es el resultado de una problemática ambiental generada por la contaminación por carbón.
En la zona prevalecen muchas minas de carbón a cielo abierto que provocan que la nieve se tiña de negro y además propagan componentes tóxicos en el aire y el agua de ríos y arroyos.
De acuerdo con los ambientalistas, la nieve hace más visible la presencia de polvo de carbón en el aire durante todo el tiempo. Si bien, se deja de ver este fenómeno en el resto del año, esto no quiere decir que las partículas desaparezcan.
"Es más difícil encontrar nieve blanca que nieve negra durante el invierno", comentó Vladimir Slivyak, integrante de la organización ecologista Ecodefense.
Para los expertos, la catástrofe ambiental se agrava por la práctica de depositar carbón en vagones de tren al aire libre, que con el viento y la lluvia dispersan el polvo negro compuesto por metales pesados nocivos como el arsénico o el mercurio.
Reduce la calidad de vida
Los ecologistas también refirieron que la esperanza de vida en la Cuenca de Kuznetz, uno de los mayores yacimientos del carbón del planeta, es de tres a cuatro años menor que el promedio nacional de Rusia lo que equivale a 66 años para los hombres y 77 para las mujeres.
Además de lo anterior, otro efecto del polvo tóxico son las tasas de cáncer, parálisis cerebrar y tuberculosis; también superan la media nacional.
Debido a lo anterior, activistas han enfrentado a autoridades rusas porque consideran que ignoran la gravedad del problema ambiental generado por la minería además de no cumplir las normas de seguridad y regulaciones que se requieren para actividades de esta industria.