Donald Trump acusó este miércoles de parcialidad a los fiscales de Nueva York que iniciaron un proceso legal contra su fundación, la que estimó hizo un "excelente trabajo".
Mientras la Fundación Trump, acusada de malversación, aceptó disolverse bajo vigilancia judicial, el presidente estadounidense aseguró en una serie de tuits que él mismo había querido disolverla para "evitar cualquier conflicto con la política", en tanto acusó a los fiscales y al gobernador demócrata del estado de Nueva York de atacarle "injustamente", "para variar".
"La Fundación Trump ha hecho un excelente trabajo y ha dado mucho dinero, mío y también de otros, a excelentes asociaciones caritativas. No recibí NINGUNA comisión, ninguna renta o salario... Ahora, para variar, estoy siendo golpeado por (el gobernador Andrew) Cuomo y los demócratas en un largo proceso judicial ", tuiteó el presidente.
Denuncia motivaciones políticas
Trump volvió a denunciar, además, las motivaciones políticas del exfiscal demócrata del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, que lanzó la investigación antes de verse obligado a renunciar por acusaciones de violencia sexual.
Schneiderman atacó a la fundación "cerrando los ojos a la corrupta Fundación Clinton", denunció.
La fiscal general del estado, Barbara Underwood, informó el martes de que la Fundación Trump, que había sido objeto de una demanda en junio, había aceptado disolverse bajo supervisión judicial tal y como exigía la justicia neoyorquina.
Pero el proceso contra la entidad, creada en 1987 y acusada, en palabras de Underwood, de ser un "escandaloso modelo de ilegalidad, incluyendo una coordinación ilegal con la campaña presidencial de Trump, reiterada y deliberada auto-gestión y mucho más", no ha terminado todavía.
La demanda, que seguirá adelante, reclama la restitución de 2.8 millones de dólares de indemnizaciones y multas, y que Trump y los tres hijos de su primer matrimonio -Eric, Don Jr. e Ivanka- no puedan formar parte de consejos de otras organizaciones benéficas de Nueva York.
Según la acusación, los supuestos abusos de la fundación incluyeron aportar dinero a una campaña política de Florida, promocionar los hoteles de la marca Trump, resolver una demanda en 2007 entre la ciudad de Palm Beach y el resort Mar-a-Lago, solucionar otra demanda de un golfista que participó en un evento de caridad patrocinado por Trump en 2012, y cubrir gastos personales como la compra de un retrato que se exhibió en uno de sus clubes de golf.
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