Al menos doce recién nacidos murieron el miércoles en un incendio causado por un cortocircuito en uno de los hospitales más grandes de Bagdad, según un nuevo balance proporcionado por responsables médicos y de seguridad iraquíes.
Sólo pudieron salvarse siete bebés, que fueron trasladados a otro hospital de la capital, declaró a los periodistas Jasem Latif al Hijami, responsable de la Dirección de Salud de Bagdad.
El incendio se declaró poco después de medianoche en el hospital Yarmuk, en el oeste de la ciudad, a causa de un cortocircuito, indicó el portavoz del ministerio de Salud, Ahmed al Rudeini.
Los servicios de seguridad acordonaron el perímetro mientras los equipos médico-legales inspeccionaban la sala incendiada. Los familiares, enfadados, se concentraron frente al establecimiento, a la espera de que las autoridades les dieran más información.
Debido a la corta edad de los fallecidos y de los daños causados por el fuego, los cadáveres eran difíciles de identificar, lo que acentuaba el dolor de padres y allegados.