Diego, una tortuga gigante considerada que ayudó en gran medida a salvar a su especie de la extinción en las Islas Galápagos gracias a sus cualidades de súper macho, fue devuelta a su isla tras reproducirse en cautiverio durante varias décadas
Diego fue parte de un grupo de alrededor de 15 tortugas gigantes que fueron liberadas en la naturaleza de las Islas Galápagos, en España, luego de vivir en cautiverio durante décadas.
Según el director del Parque Nacional Galápagos, Danny Rueda, el programa de repoblación de la especie ha sido un éxito rotundo y concluirá con la liberación de los 15 especímenes en la Isla Española.
Diego, la tortuga super macho que salvó a su especie
Una de las tortugas recién liberadas es "Diego", de 100 años, que es famoso por su fertilidad y tiene unos 800 descendientes.
Diego regresó a España, 80 años después de ser sacado de su lugar de nacimiento. Residía en el zoológico de San Diego en 1976 cuando lo trajeron de regreso para convertirse en miembro del programa de repoblación de su especie.
Diego y las otras tortugas fueron llevadas en bote a la Isla Española después de pasar un tiempo en cuarentena. Los guardaespaldas los trasladaron al interior de la isla, donde hay una mayor variedad de plantas y cactus para que se alimenten.
Es una de las especies terrestres más longevas
La tortuga gigante de Galápagos, que puede vivir hasta los 200 años, fue una de las especies que ayudó a Charles Darwin a formular su teoría de la evolución en el siglo XIX. En 1978, la UNESCO declaró a las Islas Galápagos como Patrimonio de la Humanidad.
Con hasta 400 Kg de peso y 2 m de longitud, la tortuga gigante de las Islas Galápagos es la mayor de las especies de tortugas terrestres que viven hoy día. También es uno de los animales más longevos que se conocen, con una media de edad que supera los 150 años.
Las tortugas gigantes son vegetarianas, se alimentan de cactus, hierbas, hojas y bayas.
Es una tortuga de tierra aunque se le puede encontrar cerca del agua, es de movimientos muy lentos y en las noches busca refugio entre la vegetación. Además, anidan en las zonas bajas de las islas donde excavan un hueco en la arena para depositar sus huevos.
Tortugas gigantes de Galápagos, inspiración para Charles Darwin
El naturalista británico Charles Darwin visitó las islas en 1835 durante el segundo viaje del Beagle.
Darwin observó que las tortugas de las islas más montañosas y verdes tenían el cuello corto y caparazones abombados, mientras que las de las islas planas y secas tenían el cuello largo y el caparazón "en silla de montar" como una adaptación para alcanzar las partes más tiernas de los altos cactus.
Las diferencias anatómicas entre las tortugas de unas y otras islas sirvieron de inspiración para su teoría de la evolución.