Johnson & Johnson tendrá que pagar más de 1.5 millones de dólares a una mujer en Manhattan, Estados Unidos, que afirmó que el uso del talco le provocó cáncer.
Un juez en los Estados Unidos, dictaminó el día de ayer que el fabricante de talco para bebé con mayor presencia en ese mercado y más de 100 años en la industria, tendrá que indemnizar a la afectada por desarrollar mesotelioma, un raro tipo de cáncer, supuestamente provocado por usar el icónico producto de la marca, el cual se presume está contaminado con asbesto.
A consecuencia del fallo, las acciones de la empresa se desplomaron aproximadamente un 10%, lo que provocó una pérdida de más de 45 mil millones de dólares en su valor total.
A este caso en Nueva York, se suma el resuelto por la corte de aquel país en julio pasado, cuando se condenó a Johnson & Johnson a pagar un monto de 4 mil 690 millones de dólares por daños a la salud, luego de que 22 mujeres ganaran la demanda contra el consorcio también por la presunta existencia de asbesto en su talco que es el probable causante de cáncer de ovarios en las demandantes.
Las 22 quejosas que serán indemnizadas forman parte de las 11 mil 700 mujeres que afirman que el talco de la compañía causó sus cánceres de ovario porque utilizaron el producto como parte de su higiene durante décadas y posiblemente porque inhalaron el polvo suelto al usar el producto.
¿Qué tiene que ver el talco con el asbesto?
El talco o silicato de magnesio es el mineral más suave que se conoce, lo cual lo hace útil para diversos productos industriales y de consumo; cuando es extraído de los depósitos subterráneos puede ser de color verde claro, blanco, gris o perlado.
Al igual que el talco, el asbesto también conocido como amianto, se encuentra en depósitos subterráneos. Este material es un grupo de minerales, compuesto de silicatos y es un carcinógeno considerado peligroso, incluso hasta en pequeñas cantidades de exposición.
Al encontrarse ambos minerales en los mismos depósitos, los geólogos afirman que es posible que exista el riesgo de una contaminación cruzada.
1999: primer caso de cáncer a causa del asbesto
El primer caso de este tipo fue el de Darlene Coker quien demandó a Johnson & Johnson en 1999 por ser el responsable del cáncer en los pulmones que la mató en 2009.
En un inicio se sabía que el mesotelioma afectaba principalmente a hombres que inhalaban polvo de asbesto en minas e industrias como la construcción naval, algo a lo que Coker nunca estuvo expuesta, y por lo que alegó que el mesotelioma que padecía era consecuencia del polvo para bebés de Johnson, que había usado en sus hijos y el cual había respirado toda su vida.
Ella sabía que el talco y el asbesto a menudo concurrían juntos en la tierra, y que el talco comercializado por Johnson & Johnson podría estar contaminado con el carcinógeno. Sin embargo, debido a que la multinacional pudo evitar entregar los resultados de las pruebas realizadas a su talco, la afectada no tuvo más que abandonar la batalla legal; y aunque la mayoría de los pacientes mueren durante el primer año de diagnóstico, Darlene Coker falleció 12 años después de haberle detectado el cáncer.
Talco positivo en asbesto
El pasado 14 de diciembre medios internacionales dieron a conocer que el famoso fabricante de dispositivos médicos, productos farmacéuticos, de cuidado personal, perfumes y para bebés fundado en 1886, tenía conocimiento de la contaminación del talco desde 1971.
En los documentos y registros que Johnson & Johnson estuvo obligado a entregar como consecuencia del caso de Darlene Coker y las casi 12 mil mujeres que demandaron daños a su salud a causa del talco, se muestra que desde 1971 y hasta el año 2000 el talco crudo y los polvos terminados de la compañía a veces dieron positivo para pequeñas cantidades de asbesto.
Los documentos también muestran los esfuerzos exitosos para influir en los planes de los reguladores estadounidenses para limitar el asbesto en los productos cosméticos de talco y la investigación científica sobre los efectos del talco en la salud.
¿Qué dice Johnson & Johnson?
La empresa ha declarado públicamente que su talco es seguro y ha culpado de sus pérdidas a la confusión del jurado, a la ciencia que calificó como "basura", a las reglas judiciales injustas y a los abogados demasiado entusiastas que buscan un nuevo grupo de demandantes de asbestos.
Los abogados de los demandantes en busca de ganancias financieras personales están distorsionando documentos históricos y creando intencionalmente confusión en la sala de audiencias y en los medios". Ernie Knewitz, vicepresidente de relaciones globales con los medios de Johnson & Johnson
Más de 100 años con talco para bebé
Los orígenes de la multinacional Johnson & Johnson datan de 1886, cuando Robert Wood Johnson y sus hermanos menores iniciaron una empresa homónima basada en el lema "La seguridad es lo primero".
No obstante, el talco para bebé Johnson o también conocido como Johnson's Baby Powder surgió de una línea de emplastos medicados, tiras adhesivas de goma cargadas con mostaza y otros remedios caseros. Cuando los clientes se quejaban de irritación de la piel, los hermanos enviaban paquetes de talco.
Esto hizo que rápidamente las madres usaran el talco en la piel irritada de los bebés a causa los pañales.
En seguida, los Johnson agregaron una fragancia que se convertiría en una de las más reconocibles del mundo, tamizaron el talco en cajas de hojalata y, en 1893, comenzaron a venderlo como el Polvo para bebés de Johnson.
A fines de la década de 1950, Johnson & Johnson descubrió que el talco de su mina en los Alpes italianos y la cual abastecía el mercado estadounidense, contenía tremolita; uno de los seis minerales que componen el amianto.
Ante esto, los hermanos fabricantes de talco enviaron toneladas de su producto italiano a un laboratorio privado en Columbus, Ohio, para encontrar formas de mejorar la apariencia, la sensación y la pureza del polvo eliminando la mayor cantidad de "grano" posible.
Posteriormente, en un par de informes de 1957 y 1958, el laboratorio dijo que el talco contenía desde menos del 1% hasta aproximadamente el 3% de los contaminantes.
A pesar de esto, en aquel momento, un médico cercano a la familia Johnson declaró:
No consideraríamos el uso de nuestros polvos como un peligro. Tales afirmaciones serían imposibles"
En 1971, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) abrió una investigación, y Johnson & Johnson declaró:
Nuestros cincuenta años de conocimiento de investigación en esta área indican que no hay asbesto en el polvo fabricado por Johnson & Johnson"
Más tarde, ese mismo año, el mineralogista Arthur Langer, le dijo a la empresa en comento que el equipo había encontrado una cantidad "relativamente pequeña" de asbesto crisotilo en el talco para bebé.
A pesar de los esfuerzos de Johnson & Johnson para promover la seguridad de su talco, el laboratorio de pruebas de la compañía encontró fibras de asbesto en muestras tomadas en 1984, 1985 y 1986.
En 2009, la FDA, respondiendo a la creciente preocupación pública por el talco, encargó pruebas en 34 muestras, incluida una botella de la marca en cuestión. No se detectó asbesto.
El comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, dijo que la agencia sigue recibiendo muchas preguntas sobre los cosméticos con talco, por lo que la FDA planea organizar un foro público a principios de 2019 para ver cómo desarrollar normas para evaluar cualquier riesgo potencial.
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