El martes durante el funeral de los policías asesinados en Dallas, Texas, el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, parecía que estaba en otra onda, pues de pronto realizó un extraño bailecito, mientras los otros líderes y sus esposas permanecían tomados de la mano y escuchando una canción.
En las imágenes se observa que el extraño comportamiento de Bush hizo sonreír al presidente, Barack Obama, y a la primera dama, Michelle Obama, quienes estaban a su lado.
En los funerales también estuvieron presentes la ex primera dama Laura Bush, el vicepresidente Joe Biden y su esposa Jill Biden.