El pasado 28 de abril una nueva serie de bombardeos mataron a más de 60 personas en menos de 24 horas, en la ciudad siria de Alepo, entre ellos al menos 27 personas que murieron durante el ataque lanzado por el régimen sirio en contra un hospital apoyado por Médicos Sin Fronteras.
La defensa civil siria, conocida como los "Cascos Blancos", confirmó la muerte de 27 personas, entre ellas el último pediatra que quedaba en el sector de la ciudad en manos de los rebeldes, Mohammed Wasim Moaz.
En el video difundido aparentemente grabado por una cámara de seguridad del hospital, muestra el momento exacto de la explosión al interior del hospital. Tras los ataques, el Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió que la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, está "al borde del desastre humanitario" debido al recrudecimiento de los ataques y combates.