Los monjes del Templo del Tigre en Tailandia se vieron obligados a aceptar la retirada de 40 felinos, que atraían a numerosos turistas, tras años de controversia.
El Templo del Tigre, situado en la provincia tailandesa de Kanchanaburi, ha tenido mucho éxito entre los turistas, encantados de fotografiarse junto a los felinos.
Denuncian anomalías
El templo que cuenta con 137 tigres, estaba acusado desde hace tiempo por haberse convertido en una atracción turística más que en un lugar de espiritualidad.
Los tigres no están drogados
Los responsables del mismo rechazaron las incriminaciones por maltrato y tráfico de animales y explicaron que la pasividad de los tigres, con los que los turistas se hacían selfies, se conseguía gracias al adiestramiento y no a causa de las drogas.
Las autoridades intentaron requisar los tigres en abril de 2005 porque el templo no poseía los documentos necesarios pero los monjes se opusieron. Esta vez, la decisión se ha tomado tras largas negociaciones entre las dos partes.
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