El estado de salud de la exprimera dama de Estados Unidos, Bárbara Pierce Bush, va en declive y, pese a ello, decidió no buscar tratamiento médico adicional y permanecer en su residencia con un esmerado y confortable cuidado , de acuerdo con un comunicado emitido este domingo por el vocero de la familia, Jim McGrath.
Después de una serie de hospitalizaciones recientes y consultas con su familia y médicos, la señora Bush, ahora de 92 años, ha decidido no buscar tratamiento médico adicional. No sorprenderá a los que la conocen, que Bárbara Bush es una roca ante su falta de salud, no se preocupa por ella misma, gracias a su fe perdurable, sino por los demás .
La esposa de George Herbert Walker Bush, 41er presidente de la Unión Americana (1989-1993), y madre del 43er mandatario de esa nación, George Walker Bush (2001-2009), está rodeada de una familia que adora y aprecia los muchos y amables mensajes y especialmente las oraciones que recibe , continúa el texto.
La ex primera dama, nacida el 8 de junio de 1925 en Nueva York, casada con George H. W. Bush el 6 de enero de 1945, progenitora de seis hijos y mujer dedicada por décadas a promover la alfabetización padece:
- En 1989, enfermedad de Graves, mal autoinmune que afecta comúnmente a la tiroides
- En 2009 fue sometida a una cirugía a corazón abierto para reemplazar una válvula aórtica endurecida
- En 2010 fue hospitalizada por lo que los médicos describieron como una recurrencia de la enfermedad de Graves.
Finalmente, Barbara Bush estuvo en el hospital en 2017, junto con su esposo, por bronquitis.
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