La reciente crisis entre Estados Unidos e Irán ha crecido conforme avanzan los días. Por un lado, el país norteamericano sospecha que Teherán está utilizando el programa nuclear de la República Islámica para fabricar armas en secreto, por lo que no deja de imponerle sanciones, mientras que Irán defiende los fines pacíficos de su programa y amenaza con cortar el suministro de petróleo si continúan las sanciones.
Prudencia no es debilidad
Este domingo, desde Jerusalén, John Bolton, consejero de seguridad nacional del presidente estadounidense, advirtió a Irán que no confunda la "prudencia" de su país con "debilidad", dos días después de que el presidente Donald Trump cancelara a último momento bombardeos contra objetivos en Irán tras la destrucción del dron el 20 de junio.
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Por su parte el emisario estadounidense para Irán, Brian Hook, exhortó desde Kuwait a "todos los países a convencer a Irán de desactivar la tensión" en el Golfo. El diplomático aseguró que Estados Unidos "no tiene ningún interés en una confrontación militar con Irán.
Por otra parte, el presidente Trump que alterna ante Teherán declaraciones belicistas y llamados al diálogo, había asegurado que si los iraníes renunciaban a su programa nuclear él se convertiría en "su mejor amigo".
¿Qué pasará ahora?
Tras la destrucción del dron por parte de Irán y luego de que Estados Unidos desmintiera que estaban en su espacio aéreo, el país americano pidió que se realice el lunes una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, para aclarar los hechos.
- El vínculo entre Washington y Teherán se deterioró a partir de mayo de 2018, cuando Trump decidió retirar a Estados Unidos del acuerdo internacional firmado de 2015 para frenar las ambiciones nucleares de Irán, restableciendo duras sanciones contra esa república islámica.