Una investigación pública británica arrojó este jueves que el presidente ruso Vladimir Putin "probablemente aprobó" el asesinato del exagente de la KGB, Alexander Litvinenko, envenenado con polonio radiactivo en una taza de té. El asesinato, en 2006, fue orquestado desde lo más alto de los servicios de inteligencia rusos (FSB antes KGB), encabezados por Nikolai Patrushev.
El juez británico Robert Owen, quien encabezó la investigación, reveló este jueves el informe de 326 páginas tras su indagación de seis meses en la que fueron citados a declarar cientos de testigos.
El exagente de la KGB, de 43 años de edad, murió tres semanas después de tomar un té contaminado con polonio-210 en noviembre de 2006 en un lujoso hotel del centro de esta ciudad.
El exespía ruso se encontraba acompañado de Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun, excolegas de Litvinenko, quienes después de haber contaminado la bebida volvieron a Rusia. Actualmente Kovtun es un conocido empresario, mientras que Lugovoi tiene un escaño en la Duma (parlamento ruso).
La investigación indica que hubo dos intentos de envenenamiento de Litvinenko, un fuerte crítico de Putin, razón por la cual huyó de Rusia y pidió asilo político en 2000.