Cuando David Vetter nació en septiembre de 1971 sus padres David y Carol-Anne sabía que tenía una posibilidad de contar con inmunodeficiencia combinada grave.
Su hermano mayor, también llamado David, murió después de ocho meses. Así que cuando David nació por cesárea de emergencia en el Hospital de San Lucas en Houston, Texas, fue retirado al instante a una burbuja estéril hasta que se llevaron a cabo pruebas para ver si había heredado la enfermedad congénita.
Los médicos habían dicho a los Vetters que había una buena probabilidad de que su hermana Katherine proporcionaría una coincidencia perfecta de la médula ósea que podría ser utilizada para un trasplante para reconstruir su sistema inmunológico y mientras se fuera a realizar el trasplante estaría en una burbuja de plástico completamente aislado, esto duró 12 años.
Conoce la historia.