En algún momento Carlos Fuentes dijo que Hemos venido a la tierra a provocar el combate de las cosas que sólo [quisiéramos] soñar, y el hambre, la desnutrición y la pobreza son de esas cosas.
Desde 1945, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 16 de octubre como el Día Mundial de la Alimentación, después de que 42 países tomaron la iniciativa de crear la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Celebramos este día porque:
La alimentación es un derecho humano básico, ya que sin alimento las personas no pueden llevar una vida saludable y activa; tampoco pueden desempeñar un empleo, no pueden procurar a sus iguales. El derecho a los alimentos atraviesa la totalidad de los derechos humanos. Su satisfacción es esencial para combatir la pobreza y asegurar un mundo sin hambre.
Tener en la agenda mundial un día por la alimentación mantiene una lucha permanente contra el hambre, la malnutrición y la pobreza, ya que según el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), hasta 2015 había 702 millones de personas en condición de extrema pobreza.
Se promueve la participación de poblaciones rurales, especialmente de las mujeres y de los grupos menos privilegiados en la toma de decisiones que inciden en sus condiciones de vida. Así mismo se procura la agricultura como la principal fuente de alimento, ya que si no se tienen buenas prácticas agrícolas no es posible dar frente a desafíos globales como la erradicación del hambre, sistemas respetuosos con el clima, sostenibles y resilientes que provean para las personas y el planeta.
Porque la seguridad alimentaria crea oportunidades de crecimiento para la población, pues tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza extrema basan sus medios de subsistencia en la agricultura u otras actividades rurales. Crear condiciones que permitan a las personas permanecer en su hogar, es un componente crucial en el desafío migratorio.
Porque las cifras deben cambiar, tan sólo en México cada día se desperdicia un tercio de los alimentos que se consumen, esto equivale al 37% de lo que se produce en todo el país en un año, mientras que uno de cuatro habitantes no satisface sus necesidades alimentarias.
Y sobre todo, porque así se fomenta el sentido de la solidaridad, y la solidaridad hermana y ayuda, nos levanta.