Holanda es tan segura que ya no necesita prisiones, pues por la baja incidencia delictiva muchas de las cárceles de ese país han cerrado o son prestadas para presos de otros países, al grado de que estas construcciones que en un principio fueron diseñadas para albergar delincuentes, con el paso de los años se han convertido en lujosos hoteles.
Tal es el caso de la prisión Het Arresthuis. Construida en 1863, esta cárcel que por siglos resguardó delincuentes, cerró sus puertas en 2007. Los presos simplemente desaparecieron con el paso de los años.
Fue hasta 2009 que Het Arresthuis reabrió sus puertas, pero no para recibir nuevos prisioneros, pues sus 105 celdas fueron transformadas en 40 habitaciones de súper lujo, listas para dar hospedaje a los turistas de la ciudad.
Cárceles holandesas en declive
De acuerdo a una fuente de seguridad holandesa, se calcula que en las últimas décadas han cerrado al menos 25 prisiones, pues la delincuencia en ese país cada vez es menor y sus centros penitenciarios están escasos de reclusos.