En Filipinas se puede "asustar" al coronavirus con estilo y esto ocurre gracias al trabajo del maquillador prosético Rene Abelardo, quien ha trabajado para producciones de cine y de televisión. Al ver su fuente de ingresos estancada como consecuencia de la crisis sanitaria, este artista del maquillaje prosético se inspiró en las películas de terror para crear unos cubrebocas intimidantes que cada vez ganan más popularidad.
Los cubrebocas de terror de Abelardo hacen referencia a los monstruos y villanos del Séptimo Arte. Cada una de estas máscaras que surgen en tiempos de COVID-19, están hechas a mano y se han convertido en una moda desde que la hija del maquillador publicó una fotografía en las redes sociales modelando uno de los diseños.
Los pedidos de las máscaras de terror aumentaron considerablemente y esto ocasionó que el maquillador prosético invitara a sus amigos a participar en su proyecto. Para usarlas, sólo basta colocar el cubrebocas en la parte interior del modelo a elegir paso que en realidad convierte a la máscara en un protector del cubrebocas. Cada diseño cuenta con orificios en sus extremos para introducir ahí los listones que sujetan a esta prenda que protege del COVID-19, a las orejas.
Comenzamos a hacer las máscaras porque actualmente no tenemos trabajo. Seguimos recibiendo dinero y hacemos feliz a la gente", Rene Abelardo, maquillador prosético.
Abelardo, de 50 años, proviene de una familia de pintores y escultores. Ha trabajado como maquillador prosético para grandes productores del cine y la televisión desde los 17 años. Cuando llegó el brote del coronavirus, su trabajo se encontró con dificultades financieras y por ello decidió valerse del ingenio para no quedarse sin ingresos.
Al principio, Rene Abelardo sólo había fabricado una de estas máscaras de terror para uso propio pero fue su hija la que catapultó su trabajo a la fama. La familia logró capitalizar este talento y ya han vendido varias de ellas mientras continúan la producción para atender cientos de pedidos.