Dicen que la fe mueve montañas, y en ésta época de coronavirus (Orthocoronavirinae), culturas y religiones de diversas partes del mundo se valen de ciertos objetos para depositar su esperanza, esperando que los contagios y muertes por la pandemia se detengan.
- Estos objetos, según las creencias de sus pueblos, ya han surtido efecto en pandemias y dificultades pasadas.
Campana suiza del siglo XVI repica para alertar por COVID-19
Renato Hausler grita la hora desde el campanario de la catedral de Lausana, Suiza, y justo después le sigue la centenaria campana que solo tañe cuando la habitualmente tranquila ciudad está en peligro.
El vigilante nocturno, Hausler, tañe La Clemencia, una campana fabricada en 1518, para llamar a la solidaridad a los habitantes y hacer frente a la pandemia del coronavirus.
Sus 3.4 toneladas de acero hacen un estruendo ensordecedor que rompe la tranquilidad de la noche desde lo alto de la ciudad y se oye por toda Lausana.
Las primeras referencias escritas de un vigilante nocturno se remontan a 1405, a raíz de un devastador incendio que arrasó la ciudad.
Durante el desastre, la campana tañía para animar a los habitantes y hacer hacer que la gente combatiera junta el fuego". Renato Hausler, vigilante nocturno de Lausana, Suiza.
Siglos después, el peligro acecha de nuevo en la ribera del lago y las campanas vuelven a repicar durante tres largos minutos.
- Más de 13 mil personas en Suiza han dado positivo al COVID-19 y más de 230 han muerto, según el ministerio de Salud.
El país alpino no ha confinado a su población, pero las reuniones de más de cinco personas en el exterior están prohibidas.
Papa reza ante crucifijo milagroso para pedir el fin del coronavirus
El pasado 16 de marzo, el papa Francisco salió del Vaticano para orar en una basílica de Roma.
- El papa caminó a pie hacia la iglesia de San Marcello al Corso.
En esta iglesia se encuentra un crucifijo milagroso que en 1522 fue llevado en procesión por los barrios de la ciudad para poner fin a la Gran Peste en Roma.
El pontífice argentino oró por el fin de la pandemia que afecta a Italia y el mundo, imploró por la curación de muchos enfermos.
Catedral alemana desempolva las reliquias de San Corona
La catedral alemana de Aquisgrán ha sacado las reliquias de la poco conocida Santa Corona, patrona de las epidemias, de su cámara del tesoro y está puliendo su elaborado santuario para exponer después de que la crisis haya pasado.
La pandemia de coronavirus, que se confirmó que ha infectado a más de 438 mil personas en todo el mundo, incluidas más de 30 mil en Alemania, está despertando el interés público en el mártir cristiano, que se cree que fue asesinado por romanos hace unos 1800 años.
Los expertos en la catedral están limpiando minuciosamente el santuario de oro, bronce y marfil, escondido de la mirada del público durante los últimos 25 años, para que una vez que las personas puedan reunirse en grupos nuevamente puedan verlo en toda su gloria.
- Las reliquias de Corona, fueron llevadas a Aquisgrán, Alemania, por el rey Otto III en 997.