Rebrote de COVID-19 en Pekín está controlado: autoridades de salud de China

El anuncio se dio a pesar de que el ministerio chino de Salud reportó 21 nuevos casos en las últimas 24 horas. Foto: AFP

El nuevo brote de coronavirus de Pekín está bajo control, según dijo Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, en una conferencia de prensa.

Esto no quiere decir que no vaya a haber nuevos casos mañana. Pero serán cada vez menos numerosos".

El anuncio se dio a pesar de que el ministerio chino de Salud reportó 21 nuevos casos en las últimas 24 horas, con lo que se han reportado 158 casos desde la semana pasada.

Se sospecha que el nuevo foco de contagios estaba situado en el mercado mayorista de Xinfadi, principal fuente de suministros de la capital.

Para evitar el desabastecimiento de frutas y verduras, la provincia de Hebei, situada en torno a Pekín, ha enviado 3 mil toneladas de hortalizas, aseguró este jueves a la prensa el portavoz del ministerio de Comercio, Gao Feng.

Las reservas nacionales también sacaron al mercado 10 mil toneladas de carne de cerdo, la más consumida en el país, agregó.

Las autoridades locales han emprendido desde hace unos días una enorme campaña de diagnóstico de los habitantes y la desinfección de restaurantes.

Una treintena de zonas residenciales, de las miles que hay en Pekín, están confinadas y los colegios han sido cerrados hasta nueva orden.

Bares y restaurantes de Pekín fueron cerrados

Bares y restaurantes del animado barrio de Sanlitun recibieron la consigna de cerrar y los empleados de someterse a test de diagnóstico.

Decenas de personas hacían fila pacientemente para someterse a test de diagnóstico ante el Estadio de los Trabajadores, en el este de la ciudad, un recinto que recibe habitualmente al equipo de fútbol local.

De todas formas, quería hacer el test y mi empleador me ha dicho que todo el personal del centro comercial donde trabajo tiene que hacérselo", explicó Pang, una empleada de 24 años.

"No tenemos muchos clientes en los últimos días, la gente tiene miedo de salir", dijo por su parte Wang, cocinero en un restaurante que también hacía fila.

La municipalidad instó a sus habitantes a que se abstengan de viajes "no esenciales" fuera de Pekín y se han reducido drásticamente las conexiones aéreas.