En el marco de la celebración de la Virgen de Guadalupe por el 488 Aniversario de las Apariciones en el Cerro del Tepeyac (en México), el Papa Francisco encabezó una ceremonia en la mayor casa del catolicismo, la Basílica de San Pedro.
El Pontífice realizó la misa en honor a la también llamada Patrona de las Américas y con palabras en español, recordó los 3 adjetivos de esta advocación:
Cuando nos vengan con historias de qué había que declararla esto, o hacer este otro dogma, no nos perdamos en tonteras: María es mujer, es nuestra Señora, María es madre de su hijo y de la santa iglesia jerárquica, María es mestiza, mujer de nuestros pueblos, pero que mestizó a Dios, dijo el Papa Francisco sobre la Virgen María.
La celebración fue precedida del rezo del Santo Rosario la tarde del 12 de diciembre, en acción de gracias por los dones de la acción de Dios en toda la Iglesia a través de la devoción a la Virgen María en la advocación de Guadalupe, en especial en los pueblos latinoamericanos y filipino, informó el Vaticano.
Que (la Virgen de Guadalupe) nos hable como le habló a san Juan Diego, desde estos tres títulos: con ternura de Madre, con calidez femenina y con la cercanía del mestizaje, añadió el Papa.
El Pontífice estuvo acompañado por una multitud de fieles de América Latina y de Filipinas que vinieron hasta la Basílica de San Pedro para honrar a la Morenita del Tepeyac o Guadalupana.
La piedad cristiana a lo largo de los tiempos buscó alabarla con nuevos títulos, eran títulos filiales, títulos del amor del pueblo de Dios, pero que no tocaban en nada ese ser mujer discípula. San Bernardo nos decía que cuando hablamos de María nunca es suficiente los títulos de alabanza, también entonó el Papa Francisco.
Este es el séptimo año consecutivo que el Papa Francisco rinde homenaje a la Virgen de Guadalupe, pero en esta ocasión, celebró además sus 50 años de sacerdocio, así lo recordó el presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, Marc Ouellet.