El Papa Francisco pidió en su misa dominical, recordar la Jornada Mundial contra la malaria, instituida por la Organización para las Naciones Unidas (ONU) y que se ha llevado a cabo, principalmente en África.
Al finalizar el rezo del Regina Coeli en Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre recordó que "ayer tuvo lugar la Jornada Mundial de las Naciones Unidas (ONU) contra la malaria", y que no se debe olvidar otras enfermedades peligrosas de transmisión como esta.
Mientras combatimos la pandemia de coronavirus, debemos impulsar también el compromiso para prevenir y curar la malaria que amenaza a millones de personas en muchos países".
Estoy cercano a todos los enfermos, a cuantos les curan, a aquellos que trabajan para que toda persona tenga acceso a buenos servicios sanitarios básicos", fueron las palabras del Papa Francisco, citado por la agencia de noticias católica (CNA).
La malaria, conocida también como paludismo, es causada por los parásitos transmitidos con la picadura de algunas especies de mosquito del género Anopheles.
Aunque es una enfermedad que se puede prevenir y para la que existe tratamiento, la ONU calcula que en el año 2018, fallecieron a causa de ella 405 mil personas.
El número de enfermos de malaria registrados aquel año ascendió a 228 millones de personas en todo el mundo y la población más vulnerable es la de niños menores de cinco años según estimaciones de la ONU.
La mayor parte de los casos de malaria se registran en África subsahariana, en Asia sudoriental y el Mediterráneo Oriental, así como el Pacífico Occidental y el continente americano son también áreas de riesgo.
Francisco pide dejar de contaminar y saquear la Tierra
El papa Francisco reconoció que el hombre "ha contaminado y saqueado" la Tierra, por lo que elogió a los movimientos y jóvenes de todo el mundo que se movilizan y "salen a las calles" para salvar el planeta.
"El hombre por egoísmo ha fallado en su responsabilidad como custodio y administrador de la Tierra. La hemos contaminado y saqueado, poniendo en peligro nuestras vidas. Hemos fallado en la protección de la tierra, nuestra casa jardín" lamentó el papa.