Un oso polar causó caos en Rusia cuando de manera sorpresiva se apareció por las calles del puerto ártico de Dikson y acorraló a un hombre sin dejarlo con ninguna otra alternativa más que la de echarse a correr.
Los habitantes del lugar han vivido días de pánico debido a que varios osos polares transitan por sus vecindarios y temen a que los ataquen. En el pueblo han sido vistos al menos media docena de estos animales y la policía ha tenido que ahuyentarlos con disparos al aire.
Al parecer los osos se acercan para buscar comida. Su presencia atemoriza a la gente ante la posibilidad de poder ser devorados por los depredadores. La policía tiene prohibido matar a los osos y sólo puede herirlos cuando uno de ellos ponga en peligro la vida de una persona.
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