El Alto Comisionado de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, advirtió este miércoles sobre las represiones del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, y señaló que, de no detenerse, el país centroamericano podrá tener un futuro similar al de Venezuela.
Debe haber un cambio de actitud (del gobierno) porque de lo contrario las condiciones con el tiempo se asemejarán a lo que vive Venezuela, con una economía debilitada", dijo en declaraciones a la prensa.
De acuerdo con un reporte emitido por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, el gobierno de Nicaragua aplicó amplias medidas de represión que se extendieron de las calles a los tribunales desde que iniciaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega, el pasado 18 de abril.
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Instan a parar represión
El reporte instó al gobierno de Ortega a detener de inmediato la persecución de los manifestantes y a desarmar a los civiles enmascarados que fueron responsables de muchos de los asesinatos y detenciones arbitrarias.
El informe describió detenciones ilegales, torturas y la celebración de juicios a puertas cerradas. Médicos, profesores y jueces que se mostraron críticos o protestaron fueron cesados de su trabajo para disuadir a la población de participar o respaldar las protestas.
El nivel de persecución es tal que muchos de los que han participado en las protestas, defendido los derechos de los manifestantes o simplemente expresado una opinión disidente, se han visto forzados a esconderse, han abandonado Nicaragua o están tratando de hacerlo, apuntó el informe.
Más de 300 personas murieron desde mediados de abril a consecuencia de la violencia en la nación centroamericana, y a la vecina Costa Rica llegaron miles de peticiones de asilo de personas que huyen del país.
Por ello, el máximo responsable de Derechos Humanos de la ONU dijo que la "represión y las represalias contra los manifestantes siguen en Nicaragua mientras el mundo mira hacia otro lado. Además, instó a la comunidad internacional a tomar acciones concretas para evitar que la crisis actual en Nicaragua derive en una agitación social y política más profunda.
Gobierno niega acusaciones
El gobierno de Nicaragua rechazó el contenido del informe al que consideró improcedente y lleno de afirmaciones sin más base que fuentes y medios de comunicación adversos al Ejecutivo.
El informe es parcializado y sesgado con afirmaciones subjetivas, dijo el gobierno de Ortega en un comunicado en el que lamentó que en el documento no se haga ninguna referencia al intento de golpe de Estado del que, afirma, ha sido víctima por parte de grupos interesados en la desestabilización y ruptura del orden constitucional.
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El Ejecutivo nicaragüense ha negado los excesos en el uso de la fuerza pública en contra de los manifestantes.
A mediados de abril, jubilados y estudiantes salieron a las calles para protestar contra los recortes en la Seguridad Social decretados por Ortega. Enfrente se toparon con la violencia de los jóvenes partidarios del gobierno y de la policía antimotines. El mandatario retiró los cambios, pero los manifestantes exigieron entonces su renuncia. Desde entonces, las protestas continúan a lo largo de todo el país.
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