Conocer el origen del coronavirus es esencial para entender el impacto que tuvo la nueva cepa entre las personas en poco meses, destacó Sylvie Briand, titular de la gestión de los riesgos infecciosos en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Es un virus de origen animal transmitido al hombre. Y, por lo tanto, hay que tratar de entender su adaptación para poder invadir la especie humana", Sylvie Briand, titular de la gestión de los riesgos infecciosos en la OMS.
Hasta el momento, el surgimiento del coronavirus es incierto. Los primeros reportes llegaron a finales del año pasado de la región de Wuhan, en China. Desde entonces, la pandemia ha causado cerca de 300 mil muertes en todo el mundo.
Aunque varios investigadores consideran que el coronavirus puede tener su origen en el murciélago, algunos cientificos más señalan que COVID-19 pasó por otra especie animal antes de transmitirse al hombre dar origen a la crisis sanitaria que llevó a países del mundo a decretar confinamiento a la población.
"El virus se multiplicó en estos animales, se transformó poco a poco y, finalmente, dio lugar a una forma de virus (transmisible al hombre)", Sylvie Briand, titular de la gestión de los riesgos infecciosos en la OMS.
Rastrear el origen del virus, encontrando cuáles fueron sus huéspedes intermedios, permitiría "evitar que el fenómeno se reproduzca y fenómenos ping pong" de transmisión entre el hombre y los animales, según explica la científica francesa miembro de la OMS.
"Cada vez que hay estas transferencias de una especie a otra, el virus puede mutar un poco y tener un impacto, por ejemplo, en tratamientos o vacunas que pueden no ser lo suficientemente eficaces", Sylvie Briand, titular de la gestión de los riesgos infecciosos en la OMS.
Por el momento, muchas incógnitas persisten. Y esto, a pesar de que ha habido "miles y miles de muestras" hechas, en particular en "muchos animales del mercado de Wuhan", pero también en perros en Hong Kong. Pero estos análisis llevan tiempo.