La reconciliación entre Etiopía y Eritrea, por la cual el primer ministro etíope Abiy Ahmed fue galardonado este viernes con el premio Nobel de la Paz, llegó en 2018 después de 21 años de guerra, de conflicto fronterizo y 80 mil muertos.
La guerra inició tras la independencia de Eritrea
En 1962, el emperador etíope Haile Selassie anexionó Eritrea, entonces "entidad autónoma" federada en Etiopía.
En mayo de 1991, tras 30 años de guerra contra el poder central, los rebeldes independentistas del Frente Popular de Liberación de Eritrea (FPLE), y el Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT) se apoderaron de Asmara, capital de Eritrea, e instalaron un gobierno dirigido por el presidente Issaias Afeworki.
Eritrea se independizó oficialmente el 24 de mayo de 1993. En virtud de un acuerdo entre el FPLE y el FPLT, el país recuperó el control de los puertos de Massawa y de Assab, dejando a Etiopía sin salida al mar Rojo.
Declaración de guerra entre Etiopía y Eritrea
En mayo de 1998, los dos vecinos entraron en guerra, por unos cientos de kilómetros desérticos a lo largo de su frontera común. Eritrea acusó a Etiopía de haber cambiado la línea de la frontera de unos mil km, que no quedó clara con la independencia.
Adís Abeba, capital de Etiopía, acusó a Eritrea de haber violado su territorio al invadir Badme, al noroeste de Etiopía. Dos años después, tras el fracaso de negociaciones, Etiopía lanzó una amplia ofensiva.
Un acuerdo de paz, firmado en diciembre de 2000 en Argel, estableció una zona temporal de seguridad de 25 km de largo en la frontera, supervisada por la ONU.
En abril de 2002, en colaboración con la Corte de Arbitraje Internacional de La Haya, una comisión encargada de delimitar la nueva división acordó territorios a cada parte. Atribuyó la región disputada de Badme a Eritrea, decisión considerada "totalmente ilegal e injusta" por Etiopía.
La necesidad de defenderse de Etiopía fueron argumentos utilizados por el presidente Issaias, en el poder desde 1993, para justificar uno de los regímenes más represivos del mundo.
En 2005, se señalaron repetidamente movimientos de tropas en la zona fronteriza. Enfrentamientos periódicos hicieron temer un resurgimiento de un conflicto a gran escala.
Abiy Ahmed, el impulso de la Paz
Abiy, de 43 años, asumió el puesto después de que protestas generalizadas ejercieron presión sobre la coalición gobernante y afectaron una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Con prontitud el líder más joven de África anunció reformas drásticas y con ello empezó la Abiymanía.
En una medida que generó sorpresa en la región del Cuerno de África, turbulenta desde hace tiempo, dijo que Etiopía aceptaría el acuerdo de paz con Eritrea de 2000.
El 8 de julio, un encuentro histórico entre Ahmed y el presidente eritreo, impensable unas semanas antes, se celebró en Asmara.
El 16 de septiembre, Etiopía y Eritrea firman un acuerdo de paz en Arabia Saudita.