Las medidas anunciadas por el gobierno del presidente Sebastián Piñera para mitigar la crisis social más grave de los últimos 30 años en Chile no fueron suficientes para calmar el descontento y los reclamos de decenas de miles de chilenos, que se mantienen en las calles pugnando por mejores condiciones de vida.
Aunque Chile es uno de los países más prósperos de América Latina, se mantiene vigente un estado de sitio, con militares y policías antimotines tratando de contener las protestas en las calles.
Este miércoles se registraron nuevos enfrentamientos, en una jornada de movilizaciones en todo el país, además de iniciar una huelga general de dos días convocada por la principal central de trabajadores en respaldo a las protestas, mientras que el ejército llamó a los reservistas, jóvenes que realizaron su servicio militar, a que acudan a apoyar a la institución.
La situación mantiene a más de la mitad del país en estado de emergencia y toque de queda, de hecho, este miércoles las autoridades informaron que la cifra de muertos por los disturbios subió a 18, aunque extraoficialmente se habla de por lo menos 40 decesos. Por parte de los manifestantes, se presentaron las primeras denuncias por abusos de derechos humanos cometidos por agentes del Estado, carabineros y el Ejército, principalmente.
¿Qué ofrece Piñera?
Apenas el martes, el presidente Piñera anunció una serie de medidas encaminadas a frenar la crisis. Sin embargo, este miércoles se reanudaron las multitudinarias movilizaciones que derivaron en violencia y caos, principalmente en el centro de Santiago, la capital del país.
Entre las medidas anunciadas por Piñera figura un aumento a las pensiones de los chilenos más pobres, cancelar un aumento a las tarifas de luz, fomentar el aumento del salario mínimo, seguro para la compra de medicamentos y la imposición de más impuestos a los sectores de mayores ingresos, entre otras.