Laurent Simons es un niño belga de nueve años que está por convertirse en el graduado universitario más joven de mundo.
Con un coeficiente intelectual de 145, el pequeño estudió la licenciatura de Ingeniería Electrónica en la Universidad Tecnológica de Eindhoven en los Países Bajos.
Estoy planeando comenzar mi doctorado y estudiar un poco de medicina. Laurent Simons, niño genio
Simons cursó el programa de esta carrera que consta de 3 años, en tan sólo nueves meses, situación que dejó sorprendidos a todos sus profesores gracias a su gran capacidad de aprendizaje.
Todos los profesores estuvieron entusiasmados de tener a Laurent y para nosotros fue una situación única porque es el alumno más joven que hemos tenido". Sjoerd Hulshof, director del programa
El niño, que en un mes se convertirá en el graduado universitario más joven de mundo, dijo en una entrevista para la agencia de noticias Reuters que su inspiración es el inventor Nikola Tesla.
- El pequeño planea en un futuro hacer una investigación sobre órganos artificiales; además de que quiere crear un cuerpo artificial en su laboratorio personal.
Mis abuelos son pacientes cardiacos y me gustaría hacer algo para ayudarlos en caso de que fuera necesario. Laurent Simons, niño genio
En su tiempo libre,Simons le gusta pasear a su perro, jugar con videojuegos o publicar fotografías en sus redes sociales.
La velocidad de su mente es tan rápida que no podemos imaginar lo que está sucediendo en su cabeza cuando está ocupado o tiene tiempo libre. Alexander Simons, padre
¿Y el futuro del niño que se convertirá en el graduado universitario más joven del mundo?
Simons está recibiendo nuevas ofertas de universidades de todo el mundo para que estudie otra licenciatura, ya que diversos centros de estudio se encuentran impresionados con su coeficiente intelectual.
Sin embargo, sus padres lo están ayudando a ver todas las opciones disponibles, aunque por el momento él ha compartido que le gustaría irse a la costa oeste de Estados Unidos.
Lo que está haciendo ahora es jugar con la educación, sólo jugar y eso está bien para nosotros. Alexander Simons, padre