El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu regresó este domingo a sus actividades cotidianas tras ser acusado de corrupción en fechas recientes.
Netanyahu, acusado de corrupción y en vísperas de nuevas elecciones
Netanyahu está decidido a luchar tras ser acusado de corrupción mientras al mismo tiempo permanece en el cargo, lo que promete ser una larga batalla judicial. Sin embargo, diversas fuentes apuntan que podría ser su propio Partido Likud quien decida su futuro político a medida que Israel parece dirigirse hacia nuevas elecciones.
Una muestra de apoyo de su gabinete le daría un impulso a Netanyahu mientras intenta que su partido y la gente lo apoyen. Sin embargo, sus esfuerzos hasta ahora al parecer no son suficientes.
Un alto funcionario del Likud, Gideon Saar, ya anunció su intención de enfrentar a Netanyahu en las primarias del partido, mientras que otras personas que antes lo apoyaban han dicho que debería renunciar.
No hay una sola persona que piense que después de una tercera, cuarta, quinta o sexta elección, Netanyahu logrará formar un gobierno (...) Solo hay una manera de salvar al país, sacarlo de esta crisis y mantener el gobierno del Likud, si hoy vamos a elecciones anticipadas", dijo Saar el sábado.
Netanyahu conserva apoyo tras ser acusado de corrupción
Leales a Benjamin Netanyahu atacaron de inmediato a Saar, con el partido diciendo que éste "no mostró lealtad y exhibió máxima subversión".
- Netanyahu no mencionó su acusación durante la junta del gabinete de todos los domingos, cuando abordó temas como Irán, las amenazas de Gaza y otros asuntos internos.
Asimismo, influenciados por las encuestas que muestran que la mayoría de los israelíes piensan que Benjamin Netanyahu debería renunciar, los ministros más importantes del partido permanecieron en silencio.
- El ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, el de Seguridad Interna, Gilad Erdan, y el presidente de la Knéset, Yuli Edelstein, entre otros, se encuentran al margen mientras el primer ministro se aferra precariamente al poder.
Con solo 18 días para formar un nuevo gobierno o convocar nuevas elecciones, seguramente aumentará la presión sobre estos y otros funcionarios, además de Benjamin Netanyahu.