Como un milagro de Navidad, la noche del 24 de diciembre una mujer de 31 años cayó en una alcantarilla abierta y encontró a un niño de diez años que había sido reportado como desaparecido. Lo anterior ocurrió en un pueblo ruso llamado Cheremshán.
De acuerdo con los médicos, si el niño hubiera sido encontrado una hora después habría muerto congelado, debido a las bajas temperaturas.
El menor había sido reportado como desaparecido unas horas antes de que la mujer lo encontrara, tras lo cual empezó una búsqueda de 120 voluntarios, entre ellos Gúliya Yarúllina, directora del departamento de Protección Civil del pueblo, quien lo halló de una manera poco usual.
Yarúllina estaba rastreando una zona de la localidad cuando cayó en la alcantarilla abierta, pues no la vio debido a la ventisca que soplaba en la zona. Ahí dentro fue donde encontró al niño, que se había quedado dormido tras cansarse de gritar.
El niño fue tratado por hipotermia en un hospital cercano, mientras la mujer que lo salvó sufrió una lesión en la columna vertebral por la caída.