La aterrorizada madre del niño que cayó a la fosa de los gorilas en el Zoológico de Cincinnati, incidente que terminó con el sacrificio de Harambe, un gorila de 17 años, llamó al 911 cuando vio a su hijo de tres años en peligro.
Lo hizo al igual que otros testigos, pues el animal de 200 kilos de peso arrastraba bruscamente al menor.
CBS News ha documentado que se investiga la actuación de los padres durante el incidente, pero la decisión final de fincar cargos contra ellos es un tema exclusivo de la fiscalía local.
El acto conmocionó a la opinión pública dentro y fuera de Estados Unidos, por ello, la policía le ofreció a la familia protección.
De acuerdo a CBS, desde que ocurrió el incidente, la familia no ha regresado a su casa.
El niño está siendo revisado por un segundo doctor; sin embargo, se encuentra en buen estado de salud.
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