Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó a Rex Tillerson como su elegido para el puesto de secretario de Estado, el jefe de la diplomacia un puesto tradicionalmente clave de la política americana, fue uno de los fichajes de mayor relumbrón de su nuevo gobierno.
Sin embargo, el veterano jefe del gigante petrolero Exxon Mobile, sin bagaje político, pero muy ducho en relaciones internacionales y acostumbrado a lidiar con el Kremlin (un profesional de la realpolitik) tuvo diferencias visibles con el actual inquilino de la Casa Blanca desde el primer momento, y hoy han culminado con la salida de Tillerson como secretario.
Algunas diferencias
Tillerson discrepó del presidente respecto al histórico pacto nuclear con Irán alcanzado en 2016 por Barack Obama junto a Rusia y China. Trump juró y perjuró durante la campaña que lo rompería si ganaba las elecciones, pero el secretario de Estado logró convencerle para mantenerlo, eso sí, a regañadientes.
Con Corea del Norte, donde el comandante en jefe mostraba un puño de hierro en las redes sociales, fue el ahora exjefe de la diplomacia estadounidense el encargado de matizar todo eso que no cabe en los tuits de Trump.
Octubre del año pasado la tensa relación de Trump con Tillerson quedó sobre la mesa en un reportaje publicado por la NBC News donde se afirmó que el vicepresidente, Mike Pence, tuvo que hablar con Tillerson para disuadirle de renunciar ese verano, y que Tillerson había descrito a Trump como un idiota.
Por lo anterior, el mandatario estadounidense insinuó que es más inteligente que su secretario de Estado, afirmando en una entrevista que si Rex Tillerson lo llamó idiota quizás deberíamos comparar pruebas de inteligencia.
"Y te puedo decir ya quién es el que va a ganar. Donald Trump
Finalmente, las diferencias entre ambos no se han podido sostener, y esa relación de policía bueno y policía malo fue irreconciliable y esta mañana Trump anunció en twitter la salida de Tillerson que será relevado por el que era director de la CIA, Mike Pompeo.
Así, una hora después que se oficializara la salida de Rex Tillerson del gobierno de Donald Trump, fue el propio mandatario que, en conferencia de prensa, reconoció que las diferencias entre ambos por temas internacionales derivaron en la destitución del ahora exsecretario de Estado.
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