Muhammad Najem es un niño de 15 años que como cualquier chico de su edad se tomas selfies con su teléfono celular para después subirlas en sus redes sociales; sin embargo, las suyas son diferentes, muestran el horror que vive a diario en Guta, un suburbio de Damasco, en Siria, donde se registran los bombardeos más sangrientos del conflicto.
De grande quiere ser reportero y desde que empezaron los bombardeos en su región se encarga de documentarlos.
Sube a Twitter y a YouTube los destrozos y pérdidas con los que se encuentra todos los días. Tanto sus fotografías como sus vídeos van dirigidos a la comunidad internacional para que ayuden a poner fin al infierno en Siria.
Cada ataque a Guta se lleva un trozo de vida del menor reportero. Hace justo una semana, en una de sus publicaciones, mostraba su impotencia al ver el colegio en el que estudiaba reducido a escombros.
Estas son algunas de las fotos de mi escuela, que ha sido destruida por aviones de guerra
Con las imágenes, Najem denuncia además que los menores de la región no pueden recibir una educación escolar porque la mayoría de los colegios han sido derruidos.
El niño ha explicado que se graba en estas situaciones para que todo el mundo sepa lo que sucede en Siria.
Soy como cualquier niño en al-Ghouta. En vez de ir a la escuela, voy a comprar madera para que mi madre cocine nuestro almuerzo. Espero que la guerra termine y todos podamos volver a la escuela. Najem.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que en seis días murieron en Guta 426 personas, 98 de ellas eran niños.
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