El presidente Pedro Pablo Kuczynski se salvó el jueves de ser destituido por el Parlamento de mayoría opositora en medio de la mayor inestabilidad política en el país desde el 2000 luego de que se acusara al mandatario de ocultar sus vínculos con la empresa brasileña Odebrecht.
Con 78 votos a favor de la remoción, 19 en contra y 21 abstenciones, el gobierno logró sobrevivir a la más dura amenaza en lo que va de su gobierno que le impuso el partido opositor Fuerza Popular, dirigido por su rival Keiko Fujimori, quien perdió las elecciones presidenciales de 2016 y desde entonces mantiene pésimas relaciones con el ejecutivo.
Se necesitaban 87 votos para sacar a Kuczynski por "incapacidad moral permanente", un número que los opositores no lograron alcanzar pese a su alianza con legisladores izquierdistas y centristas.
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