En una jornada violenta en Bolivia reapareció la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, quien fue coreada por seguidores como presidenta de Bolivia, solo un día después de que la vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez se proclamara presidenta del país.
Legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), grupo político afín al expresidente de Bolivia, Evo Morales, intentó ayer miércoles instalar una sesión legislativa en la que rechazarían la renuncia de Morales, y desconocerían a Jeanine Áñez como presidenta.
Sin embargo, policías impidieron su acceso al Congreso. Entre los legisladores del MAS estaba Adriana Salvatierra, quien hasta hace unos días se había desempeñado como presidenta del Senado y que de acuerdo con la Constitución boliviana era la segunda figura en la línea de sucesión a la presidencia, en caso de ausencia del presidente electo, Evo Morales.
Las leyes de Bolivia establecen que la sucesión recae inicialmente en el vicepresidente, Álvaro García, quien dimitió junto con Evo Morales. Tras él se encontraba en la línea de sucesión la titular del Senado, Adriana Salvatierra, después el titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda.
Sin embargo, tanto Salvatierra como Borda anunciaron su renuncia al cargo después de que Evo Morales renunciara a la presidencia.
Jeanine Áñez, declarada presidenta
Ante el vacío de gobierno, tanto el Senado como la Cámara de Diputados debían primero designar a sus nuevos presidentes.
Para elegir presidente provisional el Senado tenía que reunir primero quórum, es decir, de acuerdo a su reglamento interno, la mitad más uno de los 36 senadores, es decir 19 legisladores.
Por la ausencia de los legisladores del MAS, mayoría legislativa, el quórum no se alcanzó durante la sesión en la que Jeanine Áñez, conservadora opositora a Morales y vicepresidenta del Senado, se proclamó presidenta interina de Bolivia. Pese a ello, posteriormente el Tribunal Constitucional de Bolivia avaló su designación.
El alto tribunal justificó su posición sobre la designación de Áñez en una resolución constitucional de 2001, aprobada para tramitar la sucesión del entonces presidente, Hugo Banzer, que renunció por enfermedad, y fue sustituido por el vicepresidente Quiroga. Pero esta resolución se dictó ocho años antes de que se aprobara la Constitución actualmente vigente.
El alto tribunal consideró así que en caso de que la presidencia esté vacante, no hace falta ley ni resolución del Parlamento para que se produzca la sucesión.
La noche del martes, Jeanine Áñez llegó al Senado para asumir su nuevo papel llevando una Biblia en un diferenciador simbólico del líder indígena y ahora expresidente, Evo Morales.
Áñez recibió del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, la banda presidencial. Ayer miércoles designó a sus primeros 11 ministros y nuevos mandos militares.
Adriana Salvatierra reclama la presidencia
Contrario a lo que dice el Tribunal Constitucional, Adriana Salvatierra y otros integrantes del MAS, desconocen a Jeanine Áñez como presidenta, ya que afirman, la renuncia de Evo Morales no fue aprobada por el Senado.
Justificaron su ausencia, en la sesión en la que se debía designar al presidente o presidenta interina, por la falta de garantías de seguridad.
Además, Adriana Salvatierra aseguró que no ha dimitido, en cuyo caso le correspondería sustituir a Evo Morales en la Presidencia de Bolivia, arrojando así más incertidumbre sobre un país que suma 10 muertos por los enfrentamientos entre policías y seguidores de Morales.
La policía impidió que Salvatierra ingresara al Congreso, quien aseguró que al no haberse votado en el Senado su renuncia, esta no era efectiva.
Estados Unidos, Guatemala y Brasil reconocen a Jeanine Áñez como presidenta en funciones, mientras que otros, como Venezuela, Uruguay y Cuba denuncian un "golpe de Estado" contra Morales.