Miles de mujeres mueren cada año en el mundo por el simple hecho de ser mujeres. En 2017, las víctimas de feminicidios llegaron a 90 mil. Es una plaga que afecta sin distinción a países ricos y pobres, a los que están en guerra o en paz.
Varios países han adoptado desde hace algún tiempo legislaciones eficaces contra los feminicidios, como es el caso de España y varios países de América Latina, cuna de las primeras leyes sobre este delito. Otros, como Francia, están tomando conciencia ahora.
Una mujer muere cada tres días en Francia a manos de su pareja o expareja y la violencia matrimonial afecta anualmente a unas 220 mil francesas. "Nuestro sistema no está funcionando para proteger a estas mujeres", admite la ministra de Justicia francesa Nicole Belloubet.
Asia, el continente con más feminicidios
En el mundo, Asia encabezó la lista con más mujeres asesinadas (20 mil) por sus parejas o familiares en 2017, seguida de África (19 mil), América del Norte, Central y del Sur (ocho mil), Europa (tres mil) y Oceanía (300), según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC).
Los feminicidios no son generalmente consecuencia de actos espontáneos o aislados, sino más bien de una acumulación de violencia relacionada con el género, y con un carácter posesivo, los celos y el miedo al abandono.
Países ejemplos de lucha contra feminicidios
España es citada a menudo como uno de los países que más esfuerzo está haciendo contra este delito desde principios del 2000. Entre las medidas que ha tomado destacan una ley pionera, la creación de tribunales especializados y la implantación de brazaletes que impiden que el agresor se acerque a la mujer que acosa.
- En 2018, 50 mujeres fueron asesinadas y desde principios de 2019, ya hay 51 mujeres asesinadas
- En 2003, el número de víctimas fue de 71
- Las asociaciones temen que con el auge de la extrema derecha retroceda la lucha contra la violencia de género
América Latina es otra de las pioneras en cuanto a legislación. El primer instrumento jurídico consagrado a la violencia contra las mujeres es, de hecho, la Convención Interamericana de Belém do Pará, firmada en 1994.
En Canadá, por ejemplo, se han establecido planes de acción contra feminicidios en 10 provincias. Destacan especialmente la formación de los policías, abogados o jueces, que ayuda en la comprensión de las víctimas y en la detección de los riesgos, según la Federación de Casas de Acogida para Mujeres.
En Pakistán, cientos de mujeres acusadas de haber mancillado el honor de la familia mueren cada año a manos de allegados, a menudo en circunstancias extremadamente violentas. En Afganistán, país profundamente patriarcal, según un estudio oficial afgano citado por la ONUDC, "se registraron 243 casos de crímenes de honor entre abril de 2011 y agosto de 2013".