La potente erupción del volcán de Fuego dejó al menos 38 muertos en comunidades asentadas en las faldas del coloso, en el suroeste de Guatemala.
Los 272 refugiados en el albergue, de ellos casi la mitad niños, son de diferentes áreas de la aldea El Rodeo, en Escuintla, una de las zonas arrasadas por los flujos piroclásticos que descendieron del volcán.
Según el informe de protección civil, la fuerte actividad del volcán, de 3.763 metros de altura y ubicado a 35 km al suroeste de la capital, causó la muerte de unas 38 personas -incluidos varios niños- en comunidades del flanco sur del coloso al quedar atrapadas y quemadas por el lodo caliente.
Las operaciones en el aeropuerto fueron suspendidas por la caída de ceniza.
De acuerdo con los expertos, la explosión registrada poco antes del mediodía del domingo fue la más violenta en 40 años. La erupción, que tomó por sorpresa a los residentes en la zona, levantó una enorme columna de humo y ceniza que cubrió varias poblaciones.
El presidente, Jimmy Morales, declaró estado de calamidad en los tres principales departamentos afectados, que debe ser confirmado por el Congreso.
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