Rodeado de imágenes religiosas en un cuarto en penúmbras, el "Hermano Guayanés" asegura sanar mediante "cirugías espirituales" y hierbas.
Muchos venezolanos terminan donde atiende este curandero o ensayando pócimas ante la escasez de medicinas o la imposibilidad de pagarlas.
El débil resplandor de velas ambienta la habitación, con dos camillas, que imita un quirófano. Con guantes de hule y túnica satinada, este espiritista menudo y jovial dice practicar 200 operaciones por semana.
En la entrada del lugar, que tiene cuartos acondicionados para hacer curaciones a personas que padecen de riñones o incluso cáncer, dos carteles les recuerdan a los devotos que deben llevar una vela y un tabaco, y pagar en efectivo, también escaso por una inflación que el FMI proyecta en 1.000.000% para 2019.
Antes de pasarlos al "quirófano", en cuyo umbral cuelga una vieja cortina, Carlos Rosales, verdadero nombre del "Hermano", ofrece consultas en una habitación contigua donde emite diagnósticos y receta hierbas y frutas.
Mientras le describen sus dolencias, dibuja rudimentarios bocetos de órganos humanos. Y con aires de maestro explica cómo funciona el cuerpo humano y qué está fallando. Luego los ausculta con un estetoscopio.
Medicina inalcanzable
Pese a la crisis que redujo la economía a la mitad en cinco años, Lilia Reyes ha visto prosperar su negocio de hierbas en un concurrido mercado de Caracas, adonde acude cada vez más gente buscando paliativos, incluso para el cáncer.
La mercancía no me da abasto", señala en su puesto aromatizado con manzanilla, una de las 150 hierbas que vende.
La prodigiosa (Brickellia cavanillesii), la corteza de cambur manzano (plátano pequeño), la cúrcuma y la sábila (Aloe vera) están entre sus plantas favoritas.
Los más de 300 mil pacientes crónicos del país llevan la peor parte por un suministro irregular de medicamentos de alto costo, antes subsidiados por el gobierno socialista, enfrentado primero la caída de los precios del petróleo.
La debacle, que detractores del presidente Nicolás Maduro atribuyen a malas políticas y a una corrupción descomunal, ha provocado que 7 millones de venezolanos -casi un cuarto de la población- requieran ayuda humanitaria urgente, según Naciones Unidas.
Si bien los "centros espirituales" forman parte de la cultura popular, la concurrencia ha aumentado "porque en Venezuela la medicina está inalcanzable", remarca el "Hermano", que toma sorbos de licor para complacer a las "entidades espirituales" que le otorgan sus dones.
- Los expertos consideran que el consumo indiscriminado de ciertas hierbas puede causar la muerte.