Una investigación ha determinado que el gobierno de Trump ha empezado a derivar parte de los cuidados a niños inmigrantes, pasando de organizaciones sin fines de lucro y, en su mayoría religiosas a contratistas privados con fines de lucro.
Por ejemplo, en un día reciente en una iglesia remodelada de ladrillo en el Valle de Río Grande, un cuidador intentó calmar a un niño pequeño ofreciéndole un vaso infantil.
Pero, el adulto no sabía prácticamente nada del niño de tres años, que parecía balbucear unas pocas palabras en portugués. El personal del refugio ha intentado con desesperación encontrar a su familia, llamando al consulado brasileño y buscando en Facebook.
Mientras que, cerca, varios bebés eran paseados en coche por el edificio, conducidos por empleadas con camisas de azul brillante con las letras CHS, siglas de Comprehensive Health Services.
- Una compañía privada contratada por el gobierno estadounidense para retener a algunos de los niños inmigrantes más pequeños.
Alojar a niños inmigrantes se ha convertido en un negocio floreciente para el contratista del gobierno, con sede en Florida. Ese día había más de 50 bebés, niños pequeños y adolescentes en este refugio limpio y bien iluminado, rodeado de cercas de alambre.