Jorge Costilla-Sánchez, alias el "Coss", exlíder del Cártel del Golfo, se declaró culpable por conspiración internacional de narcotráfico con fines de distribución de cocaína y marihuana en Estados Unidos (EU), país donde se le seguía juicio, informó la Embajada de ese país en México.
De acuerdo con las autoridades, el exlíder del Cártel del Golfo busca colaborar con las autoridades de la Unión Americana a fin de llegar a un acuerdo y reducir su condena por los delitos de distribución de droga en el territorio del país vecino del norte.
- A través de un comunicado, la embajada de EU en México comentó al respecto del exjefe del Cártel del Golfo:
Costilla-Sanchez usó lugares estratégicamente importantes para distribuir cocaína y marihuana en EU, y para devolver la moneda estadounidense a granel a él mismo y a otros miembros de cártel en México".
Historial delictivo
Costilla-Sánchez (48 años), exlíder del Cártel del Golfo, fue señalado por las autoridades de EU como parte fundamental del grupo criminal dedicado a la fabricación, distribución e importación de toneladas de cocaína y marihuana que ingresaron a territorio estadounidense.
- A decir de las autoridades de EU, el narcotraficante que lideró el Cártel del Golfo fue responsable de supervisar todas las operaciones y proporcionar liderazgo que resultó en la importación de la droga.
El exlíder del Cártel del Golfo controlaba numerosas plazas de la droga a lo largo de la frontera entre la Unión Americana y México, entre las que incluyeron importantes zonas como Matamoros, Río Bravo, Reynosa, Miguel Alemán, Nuevo Laredo, entre otros punto del estado de Tamaulipas.
Trabajo de varios países
La sede diplomática señaló que durante el transcurso de su participación en la conspiración, las fuerzas del orden público en México y Panamá incautaron toneladas de cocaína destinadas a Costilla-Sánchez y otros miembros de Cártel del Golfo para distribuir en México y EU.
- Jorge Costilla-Sánchez se convirtió en el líder del Cártel del Golfo durante varios años después del arresto de Osiel Cárdenas en 2003.