Un misil de largo alcance con una ojiva nuclear de reducido poder destructivo, es el nuevo componente que tiene Estados Unidos en su arsenal nuclear que se suma a otros armamentos a bordo de los submarinos desplegados por el mundo.
Esta instalación de misiles de largo alcance en submarinos marca un hito en la política de armas nucleares estadounidense. Además de ser la novedad más importante en décadas, relacionada con el arsenal nuclear.
De acuerdo con un alto funcionario del Pentágono consultado por la agencia de noticias internacional Associated Press (AP), el nuevo misil nuclear que se suma a la instalación de miles pensado para los submarinos ofrecen más garantías de seguridad a Estados Unidos porque hacen que una guerra nuclear sea menos probable.
Aunque representa una ruptura con la política del gobierno previo de Barack Obama, que procuraba reducir la dependencia de las armas nucleares con miras a su eliminación total. Hecho que los detractores de la política de armas nucleares apoyan, pues sostienen que es un exceso peligroso que, por el contrario, aumenta el riesgo de una guerra.
Por su parte el subsecretario de defensa, John Rood, explicó que las ojivas nucleares de baja potencia, conocidas como W76-2, emplazadas en submarinos con misiles balísticos Trident II reducen el riesgo de una guerra nuclear.
Agregó que Estados Unidos mantendrá su política de que se usarán armas nucleares solo en "circunstancias extraordinarias" y que la ojiva ayudará a disuadir a Rusia de correr el riesgo de desatar un conflicto nuclear.
"Esta capacidad adicional aumenta el efecto disuasivo y ofrece a Estados Unidos un arma estratégica con bajo poder destructivo y mayores posibilidades de supervivencia. Les demuestra a los potenciales adversarios que no tiene sentido un conflicto nuclear limitado porque Estados Unidos puede responder en forma convincente y decisiva a cualquier amenaza", John Rood, subsecretario de defensa.