Una avanzada de la caravana de migrantes hondureños se adentró en México por la frontera con Guatemala, donde fueron recibidos por un dispositivo de policías, agentes de migración y organismos de derechos humanos.
Los primeros migrantes cruzaron el puente fronterizo entre Tecún Umán (Guatemala) y Ciudad Hidalgo (México), y algunos más utilizaron barcazas para cruzar el río Suchiate, informó la organización Pueblo Sin Fronteras.
La mayor parte de la caravana de migrantes, unos tres mil hondureños, aguardan en el poblado guatemalteco Tecún Umán para reagrupar su caravana y seguir rumbo a Estados Unidos, aunque algunos ya se aventuran a cruzar ilegalmente el limítrofe rio Suchiate, mientras policías federales esperan del lado mexicano.
"Vamos a esperar a los que vienen en camino que ya están bien cerca", dijo Mario Mejía, un hombre robusto de 46 años que habla con varios de los migrantes que se unieron a la caravana que salió el sábado pasado desde San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
Mejía, quien parece ser uno de los líderes del grupo, señaló que al reagruparse enfilarán hacia el paso fronterizo para ser atendidos por las autoridades mexicanas, aunque algunos migrantes ya han pasado desde hace algunos días al otro lado de la frontera.
Esta marea migratoria desató la furia del presidente Donald Trump, quien amenazó con frenar la ayuda económica a Guatemala, El Salvador y Honduras si no contenían la caravana, cuyo avance también pidió detener a México.
- Pero los migrantes piden a Trump que les dé la oportunidad de una nueva vida en Estados Unidos.
Mi mensaje para el presidente de Estados Unidos es que se ponga su mano en su corazón y que nos ayude. Sabemos que aquel país no es nuestro pero en nombre de todos los hondureños que vamos aquí yo le pido al presidente Trump que nos apoye. Doris Canales, migrante de 54 años.
Mario Mejía dijo que intentarán que ninguno de los hondureños cruce en balsas el caudaloso y fronterizo río Suchiate, usado tradicionalmente por los inmigrantes ilegales para evadir los controles oficiales.
No obstante, algunos decidieron cruzar el río para evadir controles, lo que ha llevado a las autoridades mexicanas a redoblar la vigilancia, incluso aérea, llegando a prohibir el flujo de esas lanchas llamadas "cámaras".
Observadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se despliegan asimismo en varios puntos de la frontera con Guatemala de más de 900 km, de los cuales unos 600 km corresponden al estado de Chiapas.
En la plaza central de Ciudad Hidalgo, poco más de un centenar de migrantes aguardan la llegada de la caravana de hondureños entre juegos de fútbol y pláticas nerviosas sobre posibles operativos policiacos.