El presidente Donald Trump culpó a los grupos extremistas de izquierda de los saqueos y violencia en las protestas en contra del asesinato de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis, sin embargo, una evaluación de inteligencia ofreció evidencia limitada sobre estos hechos.
Nuestra nación ha sido atrapada por anarquistas profesionales, multitudes violentas, incendiarios, saqueadores, criminales, alborotadores, Antifa y otros", dijo Trump.
En la evaluación realizada por la unidad de inteligencia y análisis del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés), se dice que la mayoría de la violencia parece haber sido impulsada por oportunistas.
De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, quien tuvo acceso ha dicho documento, no hay evidencia específica de violencia dirigida por extremistas, a pesar de que se señalaron supuestas pruebas basadas en código abierto que informaban que el movimiento anarquista Antifa podría estar contribuyendo a la violencia.
Así como tampoco se pudo determinar que los supremacistas blancos estén aumentando las tensiones entre los manifestantes y las fuerzas del orden al llamar a actos de violencia contra ambos grupos.
La acusación de Trump tuvo eco en el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, quien dijo que la violencia en Minneapolis y otras ciudades estaba siendo impulsada por "grupos extremistas de extrema izquierda", asegurando que quienes causaron la violencia viajaban a puntos críticos desde fuera del estado sin dar más detalles.
No obstante, funcionarios del Departamento de Justicia dijeron que habían visto poca evidencia para respaldar esa afirmación; ya que según los registros judiciales y policiales de Baltimore, Minneapolis y Washington, la mayoría de las personas que la policía había acusado de disturbios, daños a la propiedad y delitos violentos durante las manifestaciones vivían en esas ciudades o en suburbios cercanos.
- Los registros muestran que sólo 25 de las 312 personas registradas en la cárcel del condado desde el 26 de mayo mencionaron direcciones fuera del estado.
Aún así, algunos funcionarios locales y federales insisten en dichas acusaciones.
"Estamos viendo muchos agitadores externos e independientes conectados con grupos anarquistas que están tratando deliberadamente de provocar actos de violencia", dijo John Miller, jefe de la unidad de inteligencia del departamento.
Y un alto funcionario del DHS dijo que hay "indicaciones increíblemente fuertes" de que la violencia en algunas ciudades fue organizada, asegurando que los manifestantes de la ciudad de Nueva York intentaron llevar suministros de rocas, botellas y líquidos inflamables a las áreas de protesta y que los manifestantes en al menos otras dos ciudades trataron de interrumpir las transmisiones de radio de la policía.
Hasta ahora, el portavoz del DHS, Alexei Woltornist, dijo que la agencia "responsabilizaría a los responsables de los disturbios", pero no hizo comentarios específicos sobre la evaluación de inteligencia.
Mientras que la Casa Blanca y el Departamento de Justicia no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Por su parte, la comisionada de la policía de Filadelfia, Danielle Outlaw dijo que si bien los manifestantes estaban bien coordinados, era "demasiado pronto para decir" si grupos específicos estaban orquestando alguno de los disturbios allí. Fuera de la ley dijo que la policía estaba investigando "agitadores conocidos".