Ron Wallace cultiva calabazas casi del tamaño de un Fiat. Desde el huerto de calabazas en su casa en Rhode Island, se convirtió en la primera persona en el mundo en romper la barrera de la tonelada, cuando produjo una calabaza de 910 kilogramos en el 2012, y previamente rompió el récord mundial en el 2006.
Como todos los cultivadores serios, Wallace ata las flores para cerrarlas y las poliniza a mano, para poder estar seguro de la procedencia y las protege de abejas que llevan polen de huertas vecinas. Las plantas pueden crecer hasta 30 centímetros diarios y una calabaza puede ganar 20 kilos al día, mayormente en agua.
"Para los cultivadores competitivos, es trabajo de todo el año. Ellos estudian, investigan, construyen invernaderos, analizan la genética. La mayoría de los cultivadores de calabazas gigantes no se toman vacaciones en el verano", aseguró el agricultor.
Wallace llevó la mayor calabaza que tuvo este año a un pesaje en Warren el 10 de octubre. Ganó dos premios semanas antes en la Feria de Rochester, New Hampshire, con una de 895 kilos. Un cultivador en Suiza tiene el récord mundial: una calabaza de 1053,71 kilos generada por una semilla de Wallace.