Arqueólogos de Egipto anunciaron el descubrimiento de 35 tumbas del siglo VII a.C. con 90 sarcófagos y momias en su interior, las cuales se encuentran en buen estado de conservación, suceso que aporta elementos sobre civilizaciones pretéritas.
Tumbas de importantes sacerdotes de unos 3 mil años de antigüedad en las que había sarcófagos en piedra y madera, fueron descubiertas al sur de El Cairo, anunció este jueves el ministerio egipcio de Antigüedades.
- Dieciséis tumbas, en las que había veinte sarcófagos, algunos con jeroglíficos grabados, fueron exhumados por una misión arqueológica egipcia en Al Ghoreifa, en la región de Minya, Egipto, a 300 km al sur de El Cairo, añadió.
Albergan los despojos de varios grandes sacerdotes del dios Thot, con cuerpo de hombre y cabeza de ibis, así como los de importantes dignatarios del Alto Egipto. Y tienen cerca de tres milenios.
Uno de los sarcófagos, en piedra, está dedicado al dios faraónico Horus, con cabeza de halcón, hijo de Isis y Osiris. Grabada en la piedra se encontró una representación de la diosa Nout, considerada como la madre de todos los astros, que extiende sus alas sobre el sarcófago.
El hallazgo se dio por las excavaciones de una zona desértica de la gobernación de Minya, donde además se localizaron 10 mil estatuillas, amuletos, máscaras de madera y vasijas algunas con vísceras usadas durante el proceso de momificación frecuente en la época faraónica.
El ministro egipcio de antigüedades, Khaled El-Anany, fue el encargado de explicar la trascendencia del descubrimiento, precedido por otros en esa área, derivado de las pesquisas que iniciaron en 2017 hasta llegar al resultado actual.
El Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades, Mosfata Waziri, indicó a dicho medio que ahora proseguirán con las exploraciones en busca de otras evidencias, y que las tumbas no están abiertas al público, pero su contenido será expuesto en numerosos museos de Egipto .
Precisó que en el sitio funerario existían enterramientos familiares ocurridos durante las dinastías XXVI, XXVII y XVIII; y con las pesquisas determinaron que en el paraje fueron inhumados un sacerdote, un supervisor y el encargado de atesorar el sello real.
Una de las montañas del entorno sirvió como gran cantera para esculpir estatuas, sarcófagos y otros objetos. El cementerio perteneciente a la época tardía fue hallado mientras los arqueólogos buscaban uno del Imperio Nuevo; con éste se puede saber cómo eran los ancestros, costumbres y ritos funerarios.